CREMATORIO PARA MASCOTAS

lunes, 21 de noviembre de 2022

SU MEJOR OPCIÓN

La perdida de una mascota puede ser realmente una experiencia muy dura e impactante que debe enfrentar la familia, y más aún si hay niños pequeños.

Cuando llega el momento de despedir a tu mascota y darle el descanso que se merece es muy importante que te hagas cargo de sus restos. Una opción es cremar sus restos que tiene una serie de consecuencias y beneficios para ayudar a que perdure su memoria entre los que lo han querido y apreciado.

BENEFICIOS

1. Sanidad. La cremación evita posibles focos de infección y contaminación producida por el enterramiento de animales o el abandono en descampados o vertederos.
	2. Conservación del medio ambiente, ya que así evitarás la generación de olores y/o humos que provocan los cuerpos en descomposición.
3. Respeto la integridad de tu animal al no abandonar su cuerpo en cualquier vertedero o descampado.
	4. Control sobre la conservación de las cenizas. Sus restos permanecerán contigo y podrás elegir la forma de esparcir las cenizas o poder crear un espacio que genere un recuerdo especial y memorable.
5. Alternativa económica, en la que podrás elegir la forma de la incineración, el tipo de urna y el lugar de la entrega de las cenizas.
	6. Superación de la perdida. La cremación de mascotas es emocionalmente menos traumática y con mejores oportunidades de preservación. En caso de mudanzas podrás llevarte sus cenizas contigo

PROCESO DE CREMACIÓN

Cremación directa

Es un proceso donde los restos se transfieren directamente a un centro de cremación sin un servicio funerario previo. A menudo es el tipo de cremación más económico.

Las cremaciones directas por lo general no permiten velación o visitas de antemano.

Video de orientación:

Antes de la cremación, las ropas, collares y otros materiales se quitan y se entregan a la familia.

Todas las cremaciones se realizan individualmente. Durante el proceso, el cuerpo se coloca en una cámara y se expone a temperaturas extremas (hasta 1,800 grados Fahrenheit), dejando solo cenizas. El proceso generalmente toma entre 1 y 2 horas dependiendo del tamaño del cuerpo.

Después de este procedimiento, se requiere un período de enfriamiento antes de poder manejar los restos. A menos que se especifique lo contrario, los restos se colocan en una urna (u otro contenedor) y se devuelven a la familia.